Alfredo Patricio Buzzi tuvo bien segura su vocación médica. Su padre, que falleció antes de los cuarenta años, era un eximio cirujano, Profesor de la Facultad de Medicina y el faro que iluminó su destino.
Estudiante distinguido por sus notas, fue practicante del Hospital de Clínicas. Luego se desempeñó como médico residente en la Sala IV del mismo, a cargo del Dr. Pedro Cossio, donde su vocación tomó un sesgo definitivo: la cardiología, con especial dedicación al sistema vascular periférico.
También fue Cossio quien apadrinó su tesis de doctorado.
Su otra pasión fue la historia de la medicina, la cual surgió muy poco tiempo después de recibido y desarrolló en la Sociedad Argentina de Historia de la Medicina, que en ese tiempo estaba a cargo del Dr. José Luis Molinari. Entre la cardiología y la historia de la medicina, Buzzi se reveló como un gran publicista a través de libros y artículos periodísticos.
Su carrera académica también se inició precozmente. Llegó a ser Profesor Adjunto de Clínica Médica, luego Profesor Titular y tuvo a su cargo diversas cátedras, culminando en la Sala VI del Hospital de Clínicas José de San Martín, que era la continuación de la Sala IV del viejo Hospital de Clínicas.
En todas ellas se desempeñó con laboriosidad, idoneidad, creando un clima de trabajo cordial y dedicado estudio.
Finalmente su carrera culminó con la elección como Decano de la Facultad que fue su segunda casa, con el voto de los tres claustros. Renovó su mandato en el 2010. En su desempeño, además de incontables logros (bioterio, museo, obras de infraestructura, laboratorio de simulación clínica, etc.,) fue impulsor y primer Presidente del Foro Argentino de Facultades y Escuelas de Medicina Públicas -FAFEMP- donde luchó por la educación pública, gratuita y de excelencia.
Sus pares y amigos consideran que su desaparición constituye una gran pérdida para la ciencia argentina.